Mecánicos, carroceros, pintores... Los talleres están expuestos a muchos riesgos inherentes a su actividad:
Riesgos respiratorios relacionados con su entorno de trabajo (gases de escape, polvo de los forros de fricción, etc.)
Riesgos físicos por manipulación de cargas pesadas, posturas forzadas (postura en el motor o debajo del vehículo, etc.)
Riesgos auditivos debidos a un entorno ruidoso (ajuste de motores, aire comprimido, llaves de impacto, etc.)
Riesgo de caídas por movimiento (suelo aceitoso/resbaladizo)
Tras un exhaustivo análisis de estos riesgos, Coverguard seleccionó el equipo más adecuado para los mecánicos con el fin de protegerles eficazmente de pies a cabeza.