El trabajo de campo en la agricultura implica muchos riesgos a los que están expuestos los agricultores:
Riesgos químicos asociados al uso de plaguicidas (fungicidas, insecticidas, herbicidas, etc.) que pueden penetrar tanto por vía oral, respiratoria o cutánea.
Riesgos físicos (TMS) vinculados al uso de maquinaria agrícola (riesgo mecánico de colisiones y enredos; riesgos físicos vinculados a vibraciones, intensidad sonora, etc.)
Tras un análisis exhaustivo de estos riesgos, Coverguard seleccionó los equipos más adecuados para los agricultores con el fin de protegerles eficazmente de pies a cabeza.